Fecha estelar...

He comenzado este blog gracias a la sugerencia de un amigo, con ello pretendo dos cosas: compartir mis experiencias y pensamientos con los que más quiero y comenzar un diario donde escriba aquellas pequeñas cosas e ideas que en el monto total del tiempo de pierden. Sé que lo váis a hacer, pero quiero dejar muy claro que no dejan de ser mis sentimientos por escrito, y no quisiera ningún comentario desagradable.

domingo, 1 de abril de 2012

Fin de semana... peculiar

El viernes tengo que reconocer que tuve un momento de bajón... no por nada en especial, sí por todo en su conjunto, la adaptación al modo de trabajo, el dar explicaciones y pedir cosas a las monjas y las ganas de tomarme una cerveza y no tener a quien pedirle que me acompañara. Pero lo cierto es que no dejan de ser gajes del oficio, por lo demás todo transcurre bien.
El sábado por la mañana me fui a la casa de Madre Mazzarello a hacer algunas fotos y de paso tantee a las monjas de allí, pues es donde están el proyecto de las canillitas y el de las jóvenes y creo que organizándome podría hacer un buen trabajo tanto con unas como con otras. Además está en un barrio marginal y me apetece mezclarme un poco con la gente y conocer realidades distintas... pero al pasito.

Por la tarde en un debatir si ir a ver a Búnbury o no, pues no tenía a nadie que me acompañara y decirles a las monjas que me iba solo a un concierto no lo veía buena idea, me dí un paseo hasta un sitio cercano donde quizá vendían entradas y las encontré, sin pensarlo mucho compré una dispuesto a irme al concierto. Viniendo Búnbury a Santo Domingo, justo donde estoy y por un precio de unos veinte euros... como iba a desaprovechar la ocasión. Así que les eché una mentirigilla a las monjas y me largué al concierto... como diría mi madre "más cojones que la copa un pino". Me cogí un taxi que me dejó casi en la puerta y con más miedo que once viejas por si me robaban hasta el alma, me coloqué al lado de los seguratas, yo solico, dispuesto a ver el concierto. Una pasada, la gente super animá y muy buen ambiente, aunque esperaba ver a más españoles, creo que era yo el único o al menos el más blanquito. Se tocó casi todo el licenciado cantinas y varias de los otros discos, pero no pude terminar de verlo, ya que el muy jodío empezó casi dos horas después de lo que anunciaban y había quedao con las monjas para que me abrieran las puertas. Pero la experiencia fue bastante buena, aunque eché de menos a mucha gente, pues todo el mundo iba con sus amigos o parejas. Pero además del concierto, tuve la oportunidad de ver otra cara de Santo Domingo, una más normal, de gente que quiere pasarlo bien y se lo pueden permitir, por no hablar del hecho de ir y venir yo solo en una ciudad donde no es difícil que te robe un carterista entre la gente o a punta de pistola.

Hoy domingo me habían invitado las hermanas a acompañarlas al noveno día de la muerte del padre de un trabajador de la casa, resulta que hay una costumbre por la que después de muerto el difunto, están nueve días rezándole y el último día era hoy, y además el más concurrido. Acepté ir por aquello de ver algo distinto y porque el viaje era al norte del país. La casa de la familia está a hacer puñetas en la loma de un monte, hemos tenido que dejar el minibús a un par de kilómetros y cruzar un puente colgante para llegar. Allí estaba abarrotado de gente y al pasar a la casa (que son tres habitaciones separadas por cortinas) me encuentro la cruz de piedra que le van a colocar al finao en el cementerio, rodeado de velas y flores; gritos y llantos por doquier, exagerao hasta puntos extremos y un calor que te cagas. Saco unas sillas y cuando cojo la segunda me ha salido una araña como la palma de mi mano, joder que repelús... Al cabo de una hora comienzo a ver cajitas de corcho con comida que estaban repartiendo, porque además es tradición dar de comer a los que llegan (vaya gastaero para la familia) y sin estar muy seguro si comer o no, por el sitio, por la gente, los olores y que tengo que tener precaución con lo que como... me he apretao un plato de arroz y una ensalada, porque el pollo que me ha tocao no me terminaba de convencer.
Pero el viaje ha sido bueno, porque además he tenido la oportunidad de ver las matas de cacao y las semillas extendidas en el suelo para secarlas, las matas de café, tabaco y plátanos.






Fruto de la mata del cacao






                                               Plantaciones de cacao












La semilla que hay dentro, que una vez puesta a secar, se vende para la elaboración del chocolate





Planta del café, con las semillas y las flores









Esta noche han llegao dos voluntarios, un padre y un hijo italianos que venían de Haití y mañana quieren ir a la playa, así que las monjas me han dicho que si me los llevo... por mí encantao, porque estoy cogiendo color a cachos, así unifico un poco y paso un día en la playa después de quince que llevo aquí, aunque me da un poco de cosa dejar otro día más el trabajo. Pero esto es el Caribe...

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