Vamos a ver cómo resumo todo lo vivido en estas últimas semanas.
El lunes 1 de octubre me incorporé al trabajo, un cambio bastante grande y brusco, porque el domingo por la noche me estaba despidiendo de las monjas e independientemente de lo raras que puedan llegar a ser, se creó un vínculo de amistad y fue bastante emotivo. En la empresa me sueltan una blackberry y una peugeot partner de momento para mí, ya que estoy como supervisor (vaya supervisor¡¡¡¡) en la obra del hotel Bahía Príncipe en La Romana es decir, que no tengo ni que coger la herramienta si no quiero, me ocupo de que todo se desarrolle conforme la propiedad quiere: fabricación, soluciones, montajes..., pero de momento y hasta que me busquen un alojamiento más cerca, estoy viajando de Bávaro a La Romana y a Santo Domingo (casi dos horas de viaje de ida y otras dos de vuelta) a diario. La mayoría de los compañeros españoles que tengo son valencianos y bueno..., además de lo "flipaos" que están, entre ellos hablan en su puto dialecto y al no ser que yo me tenga que enterar no se dirigen en castellano, y a veces ni eso, me he llegado a encontrar situaciones de un tipo no dirigirme la palabra y hablaba con el gerente en valenciano y el gerente a su vez a mí en castellano... putos nacionalistas de mierda¡¡¡¡ manda huevos que me venga a 8000 km pa que me ocurran estas mierdas que no se las consiento ni a mis primos valencianos. Además me encuentro que las dietas no me las querían pagar, como no estoy contratado como expatriado español sino como local, ahora me dicen que los locales no se les pagan dietas, pero eso no fue lo que yo hablé con el "jefe supremo", pero después de un mes luchándolo he conseguido que se me paguen. Continúo la historia con mis compañeros, no solo de empresa, sino del resto de españoles vinculados con los trabajos que hacemos... panda de puteros hay aquí, además la mayoría de ellos con el cerebro recalentao por el sol que no sé muy bien a qué coño se han creído que vienen, por no hablar de que Bávaro es como un polígono, feo de cojones, la parte bonita la tienen requisá los resorts y fuera no quedan na más que viejos italianos y españoles con mucho dinero con negritas menores de edad, aparcando sus hummers en las puertas de las terrazas pa que niños de seis y siete años les limpien las lunas por 10 céntimos de euro.
Tampoco tengo una señal buena de internet y me siento más desconectao de mis amigos y mi familia que nunca en estos siete meses.
A fecha de noviembre se van solucionando algunas cosas como las dietas, incluso me quedo la mayor parte de la semana en mi casa en Santo Domingo. Ojalá y tuviera este puesto en España, sin todas las mierdas que he contao claro, porque soy muy capaz de hacerlo bien. Supongo que una vez tenga ya por fin mi sitio y plante el huevo de nuevo y me compre un pincho pa el internet será otra cosa, pero me jode que con el trabajo que me ha costao tomar esta decisión, me sienta tan mal desde el principio.
De todos modos gracias a que Inma me está ayudando mucho a este respecto, estoy mirando ofertas para volver a trabajar en el área de lo social, porque sí que es cierto que lo que he hecho durante estos siete meses con las hermanas me ha llenado bastante y creo que puedo ofrecer muchas más cosas. Incluso el haber conocido instituciones y gente con mucha ganas de empoderarse y de ser participes y capaces de cambiar su realidad, es muy motivante.
Estar aquí puede parecer muy bonito pero es inegable que tengo carencias de mi gente y mi familia, por lo que creo que podría apostar por sentirme pleno con lo que estoy haciendo, aunque gane menos dinero, pero por fin apostar por algo que siempre me ha motivado.
Así que voy a ver qué va pasando en estas próximas semanas porque YA TENGO FECHA PARA IRME A ESPAÑAAAAAAAA.
Pero voy a dejar pa contar un poco en la siguiente entrada, que si no parece poco, he estado ingresado con un cuadro de dengue en el hospital...
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