Fecha estelar...

He comenzado este blog gracias a la sugerencia de un amigo, con ello pretendo dos cosas: compartir mis experiencias y pensamientos con los que más quiero y comenzar un diario donde escriba aquellas pequeñas cosas e ideas que en el monto total del tiempo de pierden. Sé que lo váis a hacer, pero quiero dejar muy claro que no dejan de ser mis sentimientos por escrito, y no quisiera ningún comentario desagradable.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Un poco de como yo veo la historia dominicana...


Creo que ya he comentado en más de una ocasión lo que me llama la atención la identidad cultural del pueblo dominicano, el cómo se ha inventado a sí mismo y se ha constituido como nación, tal y como cada una de las antiguas colonias tuvo que hacer, pero con unas particularidades propias del dominicano. Pero es que nunca dejas de descubrir a esta gente y de intentar aprender el por qué de su realidad y el de su forma de pensar y actuar. También es cierto que el reto sería grande y que no soy ni historiador ni antropólogo para ello, pero me gusta leer, escuchar y no verme callao jejejeje.

El caso es que el español tenemos nuestra historia, nuestra ascendencia entre fenicios, romanos, godos, árabes, etc… que nos han ido construyendo como lo que ahora somos, pero el dominicano es un pueblo curioso, que en la mayoría de las ocasiones comienza a contar su historia a partir de la colonización, sin mencionar las huellas que los taínos dejaron en la isla. El pueblo taíno que se extendía a lo largo de todas las Antillas, provenía de la parte de Venezuela y se regó por todo este archipiélago en cayucos. Según he leído y me han contado, pueblo pacífico en su mayoría que tomaba de los frutos de la tierra lo que la madre naturaleza le daba, y es que en esta bendita isla no hay que esforzarse mucho para sembrar o recoger. Existían también guerreros, incluso mujeres guerreras que se forjaron leyenda de “mujeres de pelo moreno y largo que andaban hacia atrás y devoraban hombres”, pero en general y como pudo escribir Colón en una de sus primeras cartas al llegar a la isla, gente de paz y bien. Pero la llegada del español trae consigo la desaparición de esta raza, unos muertos por las enfermedades traídas de occidente, otros por la esclavitud a la que se vieron sometidos por los primeros colonos. Al desaparecer tan rápidamente, los colonos tuvieron que traer mano de obra esclava desde África para cultivar sobre todo la caña de azúcar, comercio que mantuvo la isla de la Española durante mucho tiempo. Y justo en este momento es donde comienza a forjarse una idea de nación o país. En Haití no hubo apenas mezcla entre colonos europeos y esclavos africanos, pero en la parte de Dominicana los españoles comenzaron a procrear hijos en su mayoría no reconocidos y que seguían habitando el país como mestizos.

No me quiero distraer de la idea con la que quería dejar esta entrada, así que me adelantaré un poco en el tiempo para luego retomarlo donde lo he dejado en el anterior párrafo, y es que el dominicano tiene una identidad de patria que el español, o al menos yo no tenemos. Arrancados de sus países de origen africanos, esclavizados por españoles, colonizados, invadidos y olvidados por: españoles, franceses, ingleses, Estadounidenses… en el siglo XIX hasta Haití invadió la parte Dominicana durante unos 20 años, siendo expulsados después, marcando a fuego una identidad con sus “Padres de la Patria”. Más de treinta años de dictadura trujillista, de la cual puede decirse que Franco tuvo que enfriar relaciones por el miedo que Trujillo y sus medidas le provocaban. Distintos gobiernos corruptos y distintas realidades que conviven juntas en lo que yo ahora estoy conociendo como República Dominicana.

Por todo lo anterior me llama tanto la atención el que en lugar de tratarse de un pueblo desarraigado de sus raíces, ha creado las propias suyas, renunciando incluso en ocasiones a esa herencia que pudieran dejar los taínos y la misma herencia que ellos pudieron arrastrar de África. Pero es que hay un asunto importante, y aquí me gustaría reenganchar donde lo he dejado, y es que durante el colonialismo, el español siempre tenía como referencia la Patría que había dejado y que de alguna manera siempre volvía, si no físicamente sí tenía un sitio que añorar y al que evocar, mientras que el esclavo africano había sido arrancado de su casa, la cual ni recordaba dónde estaba, y puesto obligado en un nuevo entorno, y lo más importante: sin la posibilidad de volver a un país del que ya casi no recordaba y cuyo acceso a volver era impensable, por lo que agarra lo que tiene y comienza a forjar esa idea de hacer suyo la nueva realidad que tiene por delante, pues no hay nada donde volver, nada a lo que evocar.

Quizá me pierdo mucho en las palabras y en la retórica, pero quería dejar esta idea plasmada también en el blog y compartida con los míos, para intentar comprender entre todos el crisol que hoy por hoy conforma la realidad del país donde vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario