Fecha estelar...

He comenzado este blog gracias a la sugerencia de un amigo, con ello pretendo dos cosas: compartir mis experiencias y pensamientos con los que más quiero y comenzar un diario donde escriba aquellas pequeñas cosas e ideas que en el monto total del tiempo de pierden. Sé que lo váis a hacer, pero quiero dejar muy claro que no dejan de ser mis sentimientos por escrito, y no quisiera ningún comentario desagradable.

jueves, 14 de junio de 2012

Bastantes cosas...

Llevo unos cuantos días sin escribir, pero no porque no haya pasado nada interesante, pero sí porque he tenido unos cuantos días sin teléfono ni conexión a internet... y no veas lo tedioso que se hace el día y más aún la noche, sin poder conectarme. Lo sé, me he vuelto un adicto a la red, y no solo por saber de mi gente en España, que también, sino porque tampoco sé de la gente aquí en Dominicana y lo que limita mi trabajo. Aunque tengo que reconocer, que el hecho de no tener conexión, me ha hecho avanzar bastante en la redacción de solicitudes que tenía pendiente.

Así que por lo inflar mucho las entradas, las iré repartiendo en días, porque creo que las distintas vivencias de la última semana no se pueden juntar en una sola, por lo distinto de cada momento.

Ya tengo el permiso para conducir dominicano, y me ha costado sangre, sudor y lágrimas, y sobre todo viajes a la embajada y a la oficina de Tránsito Terrestre. Después de hacer una labor de investigación para ahorrarme viajes e intentar averiguar qué documentación me hacía falta, pago mis correspondientes tasas en el Consulado Español, después en la Cancillería Dominicana y tras una larga espera en migración, no me resuelven nada, porque pretenden que me haga residente y saque la cédula dominicana (nuestro D.N.I.), yo tenía cierta información de que eso no me hacía falta, ya que al no estar tanto tiempo, no tengo necesidad de hacerme residente y andar con todo el papeleo. Me voy para Tránsito Terrestre (nuestra Consejería de Transporte) y me hago el tonto, pero no me sirve y me vuelven a negar la homologación del permiso si no tengo la cédula de los cojones. Me vuelvo a ir a la embajada, vuelvo dejar el móvil a la doña de la puerta, vuelvo a esperar mi turno, y me confirman que tengo un visado que pague al Consulado Dominicano en España, con eso voy a tos sitios. Vuelvo al dichoso Tránsito, les explico ya bastante molesto lo que quiero, me dicen que no saben nada y me vaya a una oficina que se llama "judicial" y vuelvo a explicar el tema, donde me intentan decir que no, pero yo ando más astuto y le digo que MI EMBAJADA me ha dicho que he pagado a un CONSULADO DOMINICANO por un VISADO y con eso me basta, como el tipo (que tampoco tiene ni puta idea) no sabe ná, me manda a dirección, y la asistente de la puerta (que aquí cada funcionario tiene como dos o tres asistentes) me dice que se han ido a comer, que le diga a ella lo que quiero, a lo que respondo: -pero si te lo explico a tí, lo tengo que volver a explicar dentro?- , me dice: -sí, sí, dígame qué pretende-, mientras lo explico la tipa comienza a bostezar en mi rostro, yo callo y comienzo a pensar si mandarla a la mierda o a la escuela pa que aprenda normas de comportamiento, así que opto por callar y decirle que mejor espero que lleguen de comer. Tras esperar mi tiempo, paso a dirección y bastante cabreado explico por enésima vez el tema y cuando intentan darme largas les digo que me han dicho que se puede hacer y no me voy a ningún otro sitio a preguntar, de repente tras mirar una de las asistentes en el ordenador, me dice que sí que se puede y me dice los dos papelitos que me faltan, vaya!!!! ahora sí que se puede. Así que me toca un segundo viaje al día siguiente, añadiendo a la documentación una carta de las monjas como que estoy trabajando con ellas y un papel del médico pa decir que estoy mu sano. Lo llevo todo y me colocan una asistente para hacer todos los trámites vía diplomática... tócate los cojones, ahora bien rápido, en cuestión de una hora y tras sacarme sangre y pagar otra tasa más, ya tengo permiso dominicano, si total, conducen como el culo, qué más les daba habérmelo dao desde un principio.
Aunque tengo que reconocer que en el fondo me gustan estas luchas burocráticas...



Lo que más me llama la atención, es que tanto en la cédula (que no me he hecho) como en el permiso de conducir, aparece el tipo de piel que tengo y el tipo de sangre.

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