Fecha estelar...

He comenzado este blog gracias a la sugerencia de un amigo, con ello pretendo dos cosas: compartir mis experiencias y pensamientos con los que más quiero y comenzar un diario donde escriba aquellas pequeñas cosas e ideas que en el monto total del tiempo de pierden. Sé que lo váis a hacer, pero quiero dejar muy claro que no dejan de ser mis sentimientos por escrito, y no quisiera ningún comentario desagradable.

jueves, 12 de julio de 2012

Conversaciones disléxicas

Porque aunque hablemos el mismo idioma, existe una barrera cultural que limita los entendimientos, y hay en ciertas ocasiones que se me hace cuesta arriba hacerme entender, e incluso captar yo también a la primera a dónde queremos llegar en una conversación o una reunión.
Como muestra un botón: tengo la intención de darle un giro a la Oficina de Proyectos y pasar de que sea un "garito de búsqueda de ayudas" pueda servir como una herramienta que ayude al resto de las áreas donde trabajan las salesianas, para producir verdaderos cambios o "desarrollos". Bueno, pues tras explicarle a la sor que tengo en la oficina la intención, para comenzar a trabajarla a partir de la semana que viene, pues tentemos que presentarla al Consejo Provincial el día 27, acabo mi explicación y me contesta: -"sí, así podemos enseñarles una oficina con sus propios logos que nos den diferencia..."- y todo lo que le había estado explicando durante los diez minutos anteriores???? el dar un cambio desde dentro, no solo a la idea original cuando se creó, sino a la idea que las hermanas tienen en la cabeza de lo que ésto es y lo que debería ser. Así que miedo me dan los próximos quince días, porque además de desarrollar la idea con esta monja, hay que explicarlo a las demás, y lo más grave... que me entiendan.

Estos días estoy en Las Terrenas, una pequeña localidad de la provincia de Samaná (la novia del Atlántico), de una belleza incalculable, playas paradisíacas de arena blanca, aguas cristalinas y palmeras callendo sobre el paisaje... sí, sí justo como las postales. En la tarde hacemos talleres con los niños y jóvenes, quedándonos así la mañana para disfrutar en la playa. Acepté la invitación porque aunque tengo mucho trabajo en Santo Domingo, necesitaba quitarme un poco de en medio de allí, llevaba mucho tiempo sin salir y el movimiento reiterativo monjil va, monjil viene, me cansa bastante. Así que por aquí estaré trabajando y disfrutando hasta el domingo que vuelva.

A la vuelta me voy a vivir diez días a casa de una amiga española que se va a pasar unos días a ver a sus padres y me ha pedio que si le puedo cuidar de la casa. Así que lo voy a hacer así, ya que también está muy cerquita del trabajo y en la misma Zona Colonial, sitio seguro y con mucha vida.
De todos modos cuando acabe esos días en casa de Ana Belén me mudo por fin fuera de la casa de las monjas... YUJUUUUUUUUUU¡¡¡¡¡¡ pero eso lo contaré más despacio en otra entrada y cuando tenga claro más cosas.

Mañana viernes operan a mi padre y no me hace mucha gracia el que me haya pillado fuera, de hecho una de las motivaciones para venirme ahora a República Dominicana era que la operación se preveía para el año que viene. Me alegro que se lo hagan ya porque le duele bastante, pero les dejo todo el turrón a mis hermanos, aunque sé que no tengo por qué preocuparme.

1 comentario:

  1. Hola Vicente, cuando leo tus actualizaciones me entran ganas de irme allá contigo! con lo que está cayendo por estas tierras... aunque es muy fácil decirlo teniendo en cuenta toda la pobreza y humildad que estás viendo. Me ha gustado mucho lo de los talleres con niños en esas playas dominicanas, y veo que estás totalmente integrado y que has hecho muchos amigos... Me alegra un montón que estés viviendo tan intensamente esta experiencia! Este fin de semana, en mi casilla, nos hemos acordado mucho de ti y todos tenemos muchas ganas de darte un fuerte abrazo. Cuídate mucho!

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